Con solo 3 añitos nuestros alumnos ya trabajan en cooperativo. En este caso, en clase de matemáticas, tenemos que hacer un puzzle. Para empezar formamos grupos y todos entienden que tienen participar individualmente para conseguir un objetivo común. Para eso, hay que escuchar a los demás, aceptar sus preferencias e intentar convencer de lo que piensa uno con argumentos. Cada uno tiene su turno, así que hay saber esperar con paciencia, una gran virtud para trabajar a los 3 años.
A medida que el trabajo va saliendo, comprenden que todos tienen algo importante que aportar y adquieren la conciencia de equipo. Si surge algún problema, hay que discutirlo hasta alcanzar una solución. Cuando se acerca el final y ya se puede imaginar cómo va a quedar el puzzle, hay que dominar las propias emociones y seguir respetando los turnos. Una vez terminado, ¡nos alegramos del resultado final!
Con estos pequeños retos, adecuados a su edad, se adquieren habilidades de comunicación y sociales que más adelante les permitirán lograr un buen trato humano con los demás.
